Estudios indican que el consumo abundante de café, tanto con cafeína como descafeinado, aumenta las probabilidades de desarrollar glaucoma. Esta enfermedad visual puede llevar a la ceguera parcial o total.

Aunque parezca extraño, consumir tres tazas de café al día podría significar un riesgo de padecer glaucoma, especialmente en personas que tienen antecedentes familiares de esta enfermedad. No obstante, este es un primer estudio y no un ensayo clínico, por lo que algunos especialistas dudan ante esta afirmación.

El glaucoma es una patología del nervio óptico y su principal factor de desarrollo es la presión intraocular alta, pudiendo causar una ceguera parcial o total.

Método del estudio

El estudio de expertos de la Universidad de Harvard, Estados Unidos, arrojó que el café con cafeína se relaciona con una variante del glaucoma, denominada “glaucoma por exfoliación”. Este trastorno se caracteriza por el desprendimiento de unas pequeñas fibras de los lentes del ojo, lo que originaría un aumento de la presión intraocular.

Para la investigación, se analizaron los expedientes médicos de más de 79 mil mujeres y más de 41 mil hombres. El objetivo era determinar si existían antecedentes de glaucoma por exfoliación. Ninguna de las personas padecía glaucoma y todos afirmaron haberse sometido a exámenes visuales entre 1980 y 2008. Asimismo, los expertos utilizaron encuestas para saber cuánto café bebían.

Los resultados indican que las personas que bebían tres tazas de café diarias en promedio son más propensas a desarrollar esta patología ocular, en contraste con quienes no consumen café. También, las mujeres con antecedentes hereditarios de glaucoma son más vulnerables.

Cabe mencionar que el estudio no encontró asociación entre la aparición de glaucoma y otros productos que contienen cafeína, como por ejemplo el chocolate y el té.

Café descafeinado también supondría un riesgo

Para comprobar si el origen del incremento de la presión ocular se debe a la cafeína o a otro componente del café, se han realizado varias investigaciones. Una de las más destacadas es la Blue Mountains Eye Study, que si bien sostiene que existe un aumento de la presión intraocular en los consumidores de café, esta elevación es muy similar en los pacientes que ingieren el mismo producto en su versión descafeinada.

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