La operación transcanalicular por láser ocasiona menos molestias y es menos invasivo para el paciente con obstrucción lagrimal. La intervención quirúrgica es el único tratamiento para el taponamiento del conducto nasolagrimal.

Las lágrimas que constantemente limpian y protegen la superficie de los ojos se producen en la glándula lagrimal. Hidratan el ojo y luego deben eliminarse a través de unos pequeños orificios situados en el párpado superior e inferior. Pasan al saco lagrimal, que es como una bolsita y desde allí siguen por el conducto lagrimal hasta el interior de la nariz.

Por eso cuando lloramos o se nos irritan los ojos, nos gotea la nariz. Este sistema es el ‘desagüe’ natural del ojo.

Hay dos tipos de pacientes: recién nacidos y adultos de edad avanzada.

1.- En los recién nacidos es muy frecuente que el conducto lagrimal no esté completamente desarrollado y permanezca ocluido por una fina membrana. Los padres pueden sospechar que existe obstrucción porque el bebé presenta constantemente legañas y lagrimeo en uno o ambos ojos. Todo niño con lagrimeo debería ser visto y tratado por un médico oftalmólogo desde el inicio de los síntomas.

2.- Por otra parte en los adultos, sobre todo de edad avanzada, son muy frecuentes las obstrucciones de la vía lagrimal por acúmulo de desechos celulares ó inflamaciones repetidas a lo largo de los años hasta ocluirlo completamente.

Tratamiento para el adulto

La infección aguda debe tratarse con antibióticos y antiinflamatorios, pero eso no resolverá la obstrucción ni el lagrimeo.

El único tratamiento definitivo para la obstrucción del conducto nasolagrimal es la intervención quirúrgica, comunicando la vía lagrimal obstruida con la fosa nasal para mejorar la evacuación de las lágrimas. Habitualmente la cirugía está indicada cuando la sintomatología es persistente, interfiere en la vida diaria del paciente y no desaparece con las pautas médicas. En caso de no realizarse la intervención persistirán los síntomas, con el riesgo añadido de infecciones recurrentes y abscesos.

Operación por vía transcanalicular con láser

Uno de los objetivos de la investigación en cirugía es desarrollar técnicas sencillas, lo menos lesivas posibles y con buenos resultados. La oftalmología es, sin duda, la especialidad que más se ha beneficiado de los avances tecnológicos de nuestro tiempo para mejorar sus procedimientos quirúrgicos, que cada vez son más precisos y menos agresivos.

En concreto en las obstrucciones de la vía lagrimal en los adultos, la reciente aparición del Láser Diodo de alta potencia y los videoendoscopios de última generación nos han permitido modificar la técnica quirúrgica original, que era muy agresiva, estableciendo las bases de la cirugía mínimamente invasiva del sistema lagrimal.

Esta nueva técnica aporta grandes ventajas para el paciente: no deja cicatriz en la piel, se realiza a través de la estructura anatómica natural de la vía lagrimal y permite una rápida incorporación a la actividad habitual tras la cirugía.

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