Terminando el semestre es tiempo para medir resultados escolares pero también para evaluar si el rendimiento escolar puede verse comprometido por problemas de la visión en los menores que sin un adecuado examen pueden pasar desapercibidos.

Realizar a los hijos un examen visual al inicio del ciclo escolar es la clave para corregir defectos oculares y, en consecuencia, mejorar el desempeño escolar, evitando así bajo aprovechamiento e incluso la reprobación del año.

De acuerdo con especialistas en Oftalmología, uno de cada cuatro niños padece algún defecto visual como miopía (dificultad para ver de lejos), hipermetropía (dificultad para ver de cerca) y astigmatismo (desenfoque visual), según consigna el periódico mexicano Milenio.

El problema es que a partir de problemas visuales que no son detectados, se confunde la falta de rendimiento escolar con falta de ganas o simplemente desinterés del niño, ya que los chicos presentarán malas calificaciones, poca atención a las clases y distracciones a la hora de hacer tareas, si esto les provoca fatiga visual.

Lamentablemente en muchas ocasiones ni los padres ni los maestros saben que los niños presentan problemas en la visión, por lo que se debe prestarse atención ante signos y síntomas tales como dolor de cabeza al termino de las clases, ojos irritados al hacer tareas o fruncir el ceño al momento de leer, manifestaciones que pudieran revelar problemas visuales que requieren ser corregidos a través del uso de lentes.

A su vez, la exposición de los escolares a los rayos ultravioleta solares, que puede ocasionar conjuntivitis y complicaciones por efecto acumulativo como daño en córnea y retina.

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