Si bien la vista es evaluada desde los primeros controles en Neonatología, hay observaciones que los papás pueden hacer en el día a día, que ayudarán sobremanera al pediatra que trate al niño. Qué tener en cuenta.

Controles que no pueden faltar

La evaluación oftalmológica es muy importante para detectar condiciones que puedan interferir con el desarrollo normal de la visiónxa0en un período crítico en el que la corteza visual (en el cerebro) debe recibir imágenes nítidas. La misma debe ser realizada como parte de los controles de salud desde el periodo neonatal.

Los pacientes con factores de riesgo para trastornos oculares, como retinopatía del prematuro o historia familiar de cataratas congénitas, retinoblastoma, enfermedades metabólicas o genéticas, ambliopía, estrabismo o miopía, deben ser derivados para evaluación por un oftalmólogo infantil.

Antes de la evaluación objetiva, los pediatras, además de evaluar los antecedentes, deben realizarle a los papás preguntas como:

¿Creen que el bebé ve bien? ¿Sostiene los objetos demasiado cerca de su carita cuando trata de enfocar la vista en ellos? ¿Les parece que los ojitos de su bebé están alineados o les parece que desvía algún ojito?

De ésta manera, se establece un diálogo enriquecedor al momento de la consulta entre el pediatra y los padres y se favorece el vínculo médico-paciente, vínculo que a pesar de la edad del bebé o niño, no dificulta la valoración del profesional.

Pruebas que no deben faltar

De 0-4 meses

  • Observación del ojo externo, párpados y posición de los ojos.
  • Reflejo rojo: se realiza iluminando la pupila como para ver el fondo de ojo. Se considera normal cuando el color, brillo y tamaño de ambos reflejos son simétricos.

xa04 meses a 3 años

Se deben tomar las pruebas del período anterior agregándose: prueba de fijación ocular: se observa si sigue con la mirada un objeto llamativo. La fijación ocular es un indicador indirecto de la agudeza visual.

  • Reflejo corneal a la luzxa0(Prueba de Hirschberg): es útil para detectar estrabismo. Se coloca una linterna a 50 centímetros de la carita del niño y se iluminan ambos ojos. Ambos ojos presentan reflejos simétricos.
  • Prueba de oclusión ocularxa0(Cover Test): es útil para detectar alteraciones de la posición ocular. Se le ocluye cada ojito con la mano o el pulgar, sin tocarle la cara, y se le pide al niño mire la linterna o un punto fijo, alternando con cada uno.

Fuente: Médicos de hoy

 

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