El glaucoma es una enfermedad silenciosa de la vista. La mayor parte de las personas que pasan por esta enfermedad, ni siquiera notan que la visión va disminuyendo diariamente. Esta situación se debe a que los daños del nervio óptico se van dando de manera gradual. Ante esto, es importante conocer los alimentos que ayudan a combatir el glaucoma.

Al padecer de glaucoma, se debe tener en cuenta el tipo de alimentación que se lleva, ya que algunos alimentos pueden mejorar el estado del organismo para combatir esta patología. Entre estos grupos, tenemos frutas, verduras, nueces, granos enteros y semillas.

Las frutas son una gran fuente de vitamina C. Las frutas cítricas como las naranjas, uvas, limones y limas son un ejemplo de estos productos. Asimismo, la col y betarraga también pueden entregar a las personas con glaucoma los nutrientes como la vitamina A, B y C, beneficiosas para contrarrestar esta afección. Por otra parte, estos alimentos brindan calcio, proteína que en muchas ocasiones presentan un déficit en los pacientes.

Para incrementar los índices de vitamina E, se aconseja el consumo de aceites vegetales, presentes en cereales y mantequilla. Los productos como el zapallo, apio, pepinos y espinaca pueden contribuir a aumentar la existencia de compuestos como la zeaxantina y luteína, relevantes para la mejora de la salud de la vista.

Productos dañinos en el glaucoma

Si bien la ciencia avanza de forma permanente y para frenar el glaucoma se requiere de procedimientos quirúrgicos, también se han logrado detectar los productos que son dañinos y que ayudan al desarrollo de esta enfermedad.

La cafeína es una de las sustancias de las que, definitivamente, se debe prescindir. Esta genera una estimulación en los vasoconstrictoras, incrementando la presión arterial y flujo sanguíneo del globo ocular, empeorando esta afección.

El tabaco, la cerveza y el té pueden producir la misma presión en el ojo, Asimismo, entre otras medidas, se aconseja evitar el estrés, buscando relajación en actividades recreativas y no exponer los ojos excesivamente a la televisión.

Por último, recuerda visitar a un oftalmólogo una vez al año, al menos. Esta acción permitirá detectar alguna posible patología, pudiendo aplicar un tratamiento apropiado a tiempo.

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