Muchas veces sin darnos cuenta, diversos hábitos hacen que nuestros ojos ardan. Entonces, antes de padecer patologías más graves – como el síndrome de ojo seco- es importante considerar las siguientes acciones que pueden causar daños en tus globos oculares.
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Cigarro: fumar o estar cerca de alguien que lo hace derivará en irritación y ardor ocular. Esto ocurre debido a las sustancias químicas presentes en el humo del cigarro.
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Exposición solar: los rayos uv generan diversos daños en la visión. Entre estos tenemos el ardor, que se debe a los reflejos indirectos de luz.
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Aire acondicionado: si te encuentras en la oficina y tus ojos arden, seguramente hay presencia de aire acondicionado. Esto es por la falta de hidratación en tus ojos al exponerse a un ambiente seco.
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Contaminación: si frecuentemente visitas sitios con demasiado flujo vehicular o áreas industriales, tus ojos arderán por las sustancias contaminantes en el ambiente.
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Uso frecuente de computadores: en la actualidad, es casi imposible que haya una actividad profesional que no incluya el uso de computadores. Pasar muchas horas ante una pantalla causa irritación y sequedad en los ojos.
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Utilización excesiva del celular: esto produce daños en la visión, ya que fijar la mirada en una pantalla por tiempo prolongado interfiere con la lubricación natural del ojo.
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Exceso de luz: los ambientes demasiado brillantes e iluminados perjudican a tus ojos, ya que la luz artificial en diversas tonalidades ocasionan ardor y cansancio en tu vista.
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Bacterias: tocarse los ojos con las manos sucias puede provocar infecciones que derivan en ardor y picazón.
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Cuerpos extraños: si llevas a cabo actividades al aire libre y sufres de ardor o dolor, puede que un cuerpo extraño haya ingresado al ojo sin darse cuenta.
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Hábitos de salud incorrectos: una mala alimentación puede incrementar los niveles de colesterol y azúcar en la sangre, provocando sequedad, ardor y dolor en tus ojos.
Fuente: salud180.com