Existe la creencia popular de que las personas con ojos claros tienen mayor sensibilidad a la luz solar. Lo cierto es que muy pocos entienden a qué se refiere y, por lo mismo, es importante revelar si esta afirmación es mito o realidad.
Primero, buscaremos develar cuál es la causa. Según el oftalmólogo Rubén Pascual, de la la web especializada Ocularis.es, xa0el problema no se encontraría en el iris, sino que en la retina, específicamente, en el epitelio pigmentario. Su función, gracias a los pigmentos que tiene, consiste en “alimentar” a los fotorreceptores que son las células sensibles a la luz y están encargadas de transformar las imágenes en impulsos nervioso.
La luz atraviesa la retina, que es prácticamente xa0transparente, para luego llegar a estimular a los fotorreceptores del epitelio pigmentario. El resto de la luz que no alcanza a ser absorbida, atraviesa la retina y llega a las capas más profundas del ojo, las que debido a su grosor provocan que algunos rayos de luz reboten y otros se absorban.
Aquí es cuando surge un problema: el hecho de que la luz se refleje en nuestro ojo – una esfera donde los rayos entran sólo por un lugar- es que lo hará en sus paredes internas, provocando una saturación de iluminación.
El epitelio pigmentario cumple otra función. Sus células contienen abundante pigmento, que xa0absorbe la luz y evita el rebote de esta en el interior. Así, evita la iluminación difusa excesiva que afecta la normal función del ojo. Este pigmento no es más que melanina, la misma que está presente en la piel y en el iris. Sin embargo, no todos tenemos la misma cantidad de pigmento.
Si tenemos mucho pigmento en la iris, como es el caso de la gente que tiene los ojos café oscuro, lo más probable es que tenga mucho pigmento en la retina . Por esto, los ojos claros, al tener poco pigmento en el iris, también tendrán poco en el epitelio.
En conclusión, con mucho pigmento, la luz es bien absorbida. En contraste, con poco pigmento la luz no es bien absorbida y, por ende, hay más luz que se refleja dentro del ojo, provocando que los receptores se saturen más. Entonces, los ojos claros sí son más sensibles a la luz.