Un joven estadounidense de 23 años llamado Julian Hamlin perdió la visión de un ojo por utilizar lentes de contacto de color sin receta. En solamente tres años, ya ha pasado por 15 cirugías, incluyendo 7 transplantes de córnea.

Hamlin, que actualmente se desempeña como asistente administrativo y recepcionista, indicó que su vida cambió cuando despertó con una infección en el ojo, la cual fue diagnosticada como conjuntivitis.

No obstante, tres días más tarde tuvo que llegar al hospital con ceguera en el ojo izquierdo debido a una úlcera corneal severa, una llaga en el revestimiento del ojo producida por una infección. De manera posterior, el joven desarrolló glaucoma por el incremento de la presión ocular, lo que tuvo que portar un artefacto que ayudaba a drenar el líquido que contenía en su interior.

Julian conseguía los lentes de contacto sin receta en estaciones de servicio y en tiendas de belleza, utilizándolos por dos años. Los lentes eran de color y económicos, por lo que muchos adolescentes de la zona los adquirían.

Hamlin los usaba diariamente pero, supuestamente, adoptaba las medidas preventivas apropiadas al reemplazarlas cada mes. Sin embargo, egregó que “no hubo advertencias o instrucciones acerca de los riesgos”.

Desde 2012, el joven ya pasó por 15 cirugías, las que describe como un largo y doloroso camino. Los gastos médicos sobrepasan los 250 mil dólares y casi no ha tenido mejoras en su vista.

Por este motivo, es de suma importancia utilizar lentes de contacto prescritos y con las indicaciones y asesoramiento de un profesional de la salud visual.

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