El estudio del tetracromatismo comenzó cuando el científico H.L De Vries estudió el daltonismo y estableció que estas personas tenían dos conos normales y uno mutante, por eso la visión es inferior. Sin embargo, sus hijas no heredaron el daltonismo, pero sí sus hijos. Las mujeres poseen tres conos normales y un cono mutante, es decir, cuatro. De allí sale el tetracromatismo.

Aquellos que poseen esta mutación, es decir los tetracromatas, poseen cuatro canales independientes para la recepción de la información de los diferentes colores, mientras que el resto posee solo tres.

Tienen cuatro tipos de células de cono distintas en el ojo, eso les permite ver un espectro mayor y más definido de colores. Los conos son células receptoras que permiten distinguir entre los diferentes colores. Los tetracromatas tienen un cono adicional para poder distinguir más colores, sin embargo no perciben la totalidad de ellos.

Muchos animales tienen un tipo de visión diferente a la nuestra, puesto que esta mutación es muy común en ellos. Generalmente los humanos somos tricromaticos a diferencia de los perros que son dicromáticos.

Se descubrió que esta mutación tenía origen en el cromosoma sexual X, y como las mujeres cuentan con más cantidad de cromosomas X, es más probable que la mutación se manifieste en ellas.

Sin duda hay muchas personas con tetracromía en el planeta, sin embargo no hay un conteo exacto de ellas. Las experiencias visuales son algo personal, y como no existen nombres para denominar aquellos xa0colores que ellos ven y nosotros no, debe ser difícil darse cuenta que se posee la mutación.

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