Según una investigación llevada a cabo en el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), en España, algunas patologías como el alzheimer y ciertos trastornos visuales – como la miopía – pueden surgir por la evolución del cráneo humano.

El estudio, publicado por el científico paleoneurólogo Emiliano Bruner, en la revista especializada “Frontiers in Neuroanatomy”, se analizan las asociaciones anatómicas y evolutivas entre el cerebro y el cráneo. Asimismo, se evidencian potenciales inconvenientes estructurales vinculados a las grandes dimensiones de nuestro encéfalo.

Las modificaciones en nuestra especie implican relevantes variaciones en su complejidad metabólica, vascular y anatómica. Este hecho “pudo haber creado una situación de vulnerabilidad a la neurodegeneración como ocurre en los procesos relacionados con la enfermedad de alzheimer», asegura el líder de la investigación.

El trabajo concluyó que la relación entre el cerebro y los huesos del rostro durante la evolución humana también puede estar ligada a un problema entre órbitas, globos oculares y lóbulos frontales, lo que puede incidir en procesos referentes a la visión y generar afecciones como la miopía.

En el estudio, donde también participaron investigadores e la Universidad Autónoma de Madrid (España), el Montana Tech de la University of Montana (Estados Unidos) y la Keio University (Japón), constituye parte de un proyecto de una publicación donde participaron especialistas de ámbitos bastante diferentes de la neurociencia, que evidencian los beneficios e inconvenientes que derivan de la evolución de un cerebro demasiado grande y complejo.

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