Deportes como el ciclismo, tenis, atletismo, golf, motociclismo o el hockey, son algunas de las actividades que implican más riesgos de generar lesiones oculares. En este sentido, es fundamental utilizar la protección visual adecuada.

Asimismo, las personas que se desempeñan en áreas de la agricultura, minería, manufactura y construcción también corren estos mismos riesgos.

Por otra parte, la exposición prolongada a los rayos ultravioleta al llevar a cabo estas actividades puede causar lesiones en los globos oculares, donde se incluyen inflamaciones moderadas a graves en la superficie visual, especialmente en la conjuntiva y la córnea. La generación de cataratas prematuras, aparición de tumores y problemas en la retina, como la degeneración macular asociada a la edad, también pueden darse por este motivo, llegando incluso a la ceguera en un largo plazo.

Recomendaciones oculares

– Los especialistas aconsejan cuidar los ojos de la radiación ultravioleta con lentes que se adapten a las diversas condiciones lumínicas, que bloqueen el 100% de los mismos y que, a la vez, regulen y filtren la luz que llega a los ojos. El objetivo es conseguir la cantidad de luz requerida parta realizar los deportes de manera natural. Aunque el día esté nublado, también es de suma importancia utilizar esta protección visual.

– No tener contacto visual con elementos contaminantes o irritantes. Si esto sucede por accidente, es primordial acudir a la brevedad a una consulta oftalmológica.

– Evitar la automedicación.

– No frotar los ojos cuando ingresa un cuerpo extraño. Lo aconsejable es lavar la zona con abundante agua y, si la molestia es continua, asistir donde un especialista de la salud visual.

– Obtener los lentes oftalmológicos y protectores en lugares confiables, exigiendo el certificado de autenticidad que indique que el lente adquirido es de alta calidad, con la capacidad de bloquear el 100% de los rayos ultravioleta.

– Es fundamental que los deportistas incorporen hábitos de prevención, en acciones que se realizan desde edades tempranas. Se debe tener en cuenta que luego de los 40 años se manifiestan patologías visuales como el glaucoma, la degeneración macular asociada a la edad, las cataratas y la retinopatía diabética. Muchas de esas enfermedades pueden prevenirse o retrasarse mediante un control periódico de la visión con un oftalmólogo y utilizando la protección adecuada.

 

 

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