Las partes aledañas al ojo como los párpados, pestañas y cejas, cumplen funciones protectoras del globo ocular. Por este motivo, se debe poner especial cuidado en estas áreas.

Muchas personas ignoran la función que poseen algunas partes de nuestro cuerpo. La situación puede derivar en un mal cuidado de estas zonas, causándoles un daño. Así es el caso de las pestañas y las cejas, que son consideradas antiestéticas por mucha gente y las depilan, sin saber que están exponiendo la salud de sus ojos.

Parpadeo lubrica nuestros ojos

La primera protección de nuestros ojos es el parpadeo. Con este proceso, los párpados contribuyen a distribuir el líquido lagrimal que lubrica y protege a la conjuntiva ocular. La sequedad de los ojos puede significar un gran peligro, ya que el funcionamiento y alimentación de esta parte del globo ocular solo puede darse cuando está bien humectada.

Aparte del pestañeo constante, los párpados tienden a cerrarse de manera automática ante la presencia de algún peligro para el ojo. Esto se refleja cuando un objeto se dirige velozmente hacia los ojos o cuando existe una luz intensa.

Pestañas son un escudo del globo ocular

Los párpados poseen dos filas de pestañas que llegan a medir hasta 1 cm de largo. Éstas viven alrededor de 4 meses. Luego, el folículo piloso realiza una pausa de recuperación para generar una nueva estaña. Al pertenecer al segmento de pelos duros del cuerpo, estos sensores xa0también tienen una labor protectora.

Las funciones de las pestañas consisten en actuar como un “escudo” de los ojos, ya que evitan el ingreso de cuerpos extraños. Asimismo, no permite la entrada de arena, partículas de cristal, polvo y cualquier elemento externo que se desprenda de la contaminación medioambiental.

Por último, las pestañas son un filtro solar. De no estar presentes, el globo ocular estaría irritado de forma permanente. También sufriría un desfase de tonalidades, a causa de la carencia de una regulación de la luz.

Cejas actúan como cubierta protectora del ojo

Las cejas constituyen una cubierta protectora del el ojo, que impide el exceso de luz cegadora. Igualmente, ayudan a desviar el sudor hacia los costados, de manera que el fluido no entre en contacto con los ojos y los afecte.

La vida de las cejas es más breve que la de las pestañas, ya que caen cada dos meses y medio. Tanto las cejas como las pestañas no deben ser teñidas, ya que la piel que las contiene es demasiado sensible. Incluso, existen casos de ceguera por intentos repetidos de teñirlas.

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