Los problemas de visión por la noche generan inseguridad en el 43 por ciento de los conductores, según un estudio publicado por El Real Automóvil Club de España (RACE) y la Fundación Alain Afflelou.

Durante la conducción, la visión es la fuente de información más importante, ya que recibimos de ella entre un 90% a 95% de la información que una persona necesita para conducir un vehículo, por eso es tan importante hacerse por lo menos 1 examen visual al año.

Son muchos los aspectos que nos pueden afectar mientras conducimos: el estado del vehículo y de la vía por donde se transita, hasta los factores propios del conductor, ya sea la falta de sueño, consumir grandes cantidades de comida o alcohol, y por supuesto los problemas visuales.

Este punto es muy importante, por eso tenemos que ser consientes de nuestras limitaciones: con la edad va menguando el rendimiento visual, lo que dificulta el reconocimiento de obstáculos u objetos que puedan aparecer, además que disminuye y hace más lento el tiempo de reacción; por todos estos motivos los conductores mayores tienen que realizar un control mucho más profundo de su visión.

Estudio

En el estudio realizado por RACE y la Fundación Alain Afflelou, explican que la mortalidad de los accidentes ocurridos durante las horas nocturnas aumenta de un 33 por ciento a un 55 por ciento respecto al conjunto del día, debido a que crece el número de desplazamientos que se realizan por la noche y a pesar de que continúa siendo la franja horaria con menos densidad de tráfico.

En este sentido, señala que la carretera es el tipo de vía más peligrosa con una mortalidad del 6,3 por ciento de las víctimas de accidentes frente al 1,3 por ciento de las vías urbanas.

Por otra parte, el 32 por ciento de los conductores diagnosticados por problemas de visión manifiestan «serias dificultades visuales» que se acentúan durante la conducción nocturna, según el estudio. Esto se puede traducir en una mayor sensibilidad al deslumbramiento por las luces de otros vehículos, visión borrosa, disminución del contraste e «incluso impedir la visibilidad concreta».

De este modo, enfermedades oculares como las cataratas o el glaucoma pueden agravar los síntomas que la pérdida de luz produce en la visión del conductor. Además, algunos conductores padecen «miopía nocturna» que, a pesar de no manifestarse durante el día, produce pérdidas de nitidez en la visión durante la noche.

Recomendaciones

Usar la graduación recomendada por el oftalmólogo siempre que se vaya a conducir; en lo posible, usar lentes con tratamiento antirreflejo, los que se pueden percibir las formas, volúmenes y colores con la máxima definición.

Otro gran aliado son los lentes polarizados, ya que cuentan con un sistema de filtro especial que selecciona la dirección de la luz, protegiendo de los destellos y mejorando la seguridad en ruta. En casos específicos como los que trabajan de conductores nocturnos (taxistas, camioneros, etc), el especialista puede que recomiende una graduación extra si lo cree necesario.

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