La falta de luz solar genera cuadros depresivos, falta de motivación y concentración.

Esto ya que en invierno hay menos luz y con ello aumenta la melatonina que es la hormona del sueño, además de no estimular a la serotonina y dopamina las que son hormonas que favorecen el buen humor y la energía. Todo esto puede llevar a la somnolencia durante el día y al insomnio durante la noche. Algo contradictorio ya que de día tenemos ganas de dormir y de noche ganas de estar activos.

¿Cuándo y por qué ocurre?

En invierno y otoño estas patologías depresivas aumentan, ya que la luz del día es escasa y acostumbramos encerrarnos en lugares para esquivar el frío y las ganas de no salir al exterior. Esto genera que recibamos iluminación insuficiente ya que las luces artificiales están cargadas de colores naranjos y rojos, cuando deberían tener los matices violeta, verde y azul al igual que el sol. Las luces fluorescentes además emiten luz fría con reactancias parpadeantes que generan estrés, pesimismo y mal humor.
Combatir con fototerapia arquitectónica

Se trata de un baño de luz de 30 minutos, todos los días por la mañana, usando una lámpara full spectrum, para estimular los neurotransmisores cerebrales y levantar así el cuadro depresivo. Para esto se puede usar una lámpara de fototerapia 10.000 lux, para el desayuno y también en la mesa de trabajo. Lo importante es que se realice toda la iluminación interior con luz de espectro total, ya que esta es fundamental para el funcionamiento adecuado del sistema inmunitario y endocrino.

En la actualidad existen lámparas fluorescentes de tipo full spectrum. Estas son necesarias y deben ser prioridad al momento de elegir una buena iluminación ya que permiten una correcta observación de las colores y el uso de reactancias electrónicas las cuales vibran a 20.000 hz permiten también que se elimine la fatiga visual y estrés.

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