Como viste la semana pasada en ocasiones el conducto nasolagrimal se bloquea y las lágrimas se acumulan derramándose por las mejillas, aun cuando la persona no esté llorando.

En esta ocasión, te contamos cómo debe tratarse esta patología. Si hay una infección presente, el médico indicará el uso de antibiótico en forma de gotas o ungüento. Una vez que desaparece la infección, se podrá continuar el masaje del ducto lagrimal.

En el caso de los bebés el tratamiento consiste generalmente en limpiar con una gasa húmeda los ojos del bebé y, con las manos limpias, aplicar debajo del ojo (en el área del saco lagrimal) un masaje muy suave con la yema del dedo desde borde exterior del ojo, hacia el puente de la nariz, donde se encuentra el ducto lagrimal, de 2 a 3 veces al día, durante varias semanas.

Cuando el lagrimeo se prolonga por más de 8 meses o se presentan infecciones de manera continua, puede ser necesario abrir el conducto quirúrgicamente. El procedimiento debe ser realizado por un oftalmólogo pediátrico y consiste en insertar una pequeña sonda a través del orificio del conducto situado en al ángulo interno del ojo. Se realiza bajo anestesia general y los resultados son muy buenos en la mayoría de los casos.

Fuente: Salud.com

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