La degeneración macular, una de las principales causas de ceguera en el mundo, tiene un nuevo tratamiento para su variante húmeda. El fármaco Aflibercept se caracteriza por innovar en un menor número de aplicaciones y actuando sobre el crecimiento vascular endotelial, un factor de crecimiento placentario que ayuda a proteger la visión central.

El integrante del comité investigador del Hospital de la Asociación para Evitar la Ceguera en México, el doctor Jans Fromow Guerra, explica que la molécula del medicamento cuenta con una proteína de fusión recombinante, diseñada especialmente para evitar el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos. Al aplicarse, en forma de inyección, neutraliza este desarrollo, o sea, frena el aumento vascular.

Según los resultados que determinaron la eficacia de este nuevo tratamiento, en un 95% de los pacientes la visión mejoró en relación a la agudeza. Si antes eran capaces de distinguir 7,5 letras, después del tratamiento esta cifra aumentó a 9.

Fromow indica que la diferencia de este nuevo fármaco, en contraste con los anteriores, es que previene la destrucción de la visión central del paciente.

Las personas que sufren la degeneración macular en su variante húmeda experimentan un debilitamiento de la mácula, lo que deriva en la pérdida de la visión central. En ciertos casos avanza de forma tan rápida, que se generan vasos sanguíneos anómalos que se rompen y causan hemorragias que llevan a la pérdida repentina de la vista, ya sea en uno o ambos ojos.

La edad es el factor de riesgo fundamental para esta afección y, según el profesional, desde los 60 años se incrementan las probabilidades de padecerla. No obstante, existen otros factores como el tabaquismo, predisposición genética, hipertensión arterial y triglicéridos y colesterol altos.

En su forma húmeda, la degeneración macular es casi imperceptible en relación a sus síntomas. Sin embargo, especialistas han concluido que mientras la enfermedad avanza, las personas son pueden ver líneas rectas, onduladas, o la aparición de una mancha que dificulta la acción de leer correctamente o reconocer rostros.

Esta patología no tiene una cura conocida, pero esta terapia podría evitar la pérdida de la vista y mantenerla en el grado que se encuentre.

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