Si bien el desarrollo del síndrome de ojo seco puede estar asociado a la edad, también surge en cualquier etapa de la vida. Esta podría afectar tanto a personas que sufran alguna enfermedad, así como a las que cuenten con un buen estado de salud.

En todos los casos, una detección temprana y tratamiento oportuno son primordiales para enfrentarlo apropiadamente ¿En qué consiste el síndrome del ojo seco? Es una enfermedad donde existe una baja de cantidad de lágrimas o una merma en su calidad.

Esta afección tiene su origen en distintos factores, como la polución, trastornos hormonales, utilización de lentes de contacto, fármacos para la presión arterial o depresión, alergias, infecciones en los párpados, envejecimiento, trabajo en pantallas de computador, entre otras.

Tratamiento del ojo seco

El tratamiento del síndrome del ojo seco puede ser extenso, incluso para toda la vida. Esto se debe a que la evolución del trastorno es gradual y progresivo. El oftalmólogo determinará las causas principales para preservar el equilibrio lagrimal y conseguir un alivio sintomático duradero.

La utilización de las lágrimas artificiales, la higiene de los párpados, evitar ambientes irritantes, el uso de anteojos protectores y el descanso de la vista al llevar a cabo esfuerzos visuales contribuyen a mejorar los síntomas. Asimismo, agregar una dieta rica en ácidos grasos esenciales, como los frutos secos, puede ser ventajoso.

En ciertos casos, el especialista puede recetar gotas antibióticas, antiinflamatorios o, incluso, la fabricación de suero de la propia sangre del paciente para casos graves.

Por último, cuando la patología es autoinmune, se debe derivar al paciente a un reumatólogo para una mejor medicación sistémica a través de vía oral. La carencia de un tratamiento en casos leves puede generar varias molestias e incomodiad para hacer las labores habituales. No obstante, en estados moderados o severos, puede haber pérdida de visión, infecciones constantes e incluso la pérdida total del globo ocular por una perforación por desecación.

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados *