Aunque hay opiniones encontradas, los especialistas coinciden en que lo ideal es utilizar lentes de contacto cuando el ojo esté maduro. Sin embargo, pueden recetarse dependiendo del problema visual y la actividad que se quiere realizar. Además, hay materiales especiales que facilitan el uso de estos lentes.

Los lentes de contacto tienen que estar adaptados a los requerimientos y a los problemas oculares de los niños. Habitualmente, están prescritos para menores de entre 5 y 6 años de edad, pero esto dependerá del problema visual y la madurez del ojo, factores que serán determinados por el oftalmólogo.

A los niños más pequeños, es recomendable que los padres les pongan y quiten los lentes. Asimismo, al momento de escoger estos elementos, se debe considerar que los lentes sean de calidad para que la adaptación sea lo más rápida y satisfactoria posible.

Ventajas y desventajas de los lentes de contacto en niños

Según la especialista Bernard Lepri, de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), la utilización de lentes de contacto en adolescentes tiene ventajas y desventajas.

Entre las ventajas, Lepri sostiene que los lentes de contacto pueden ser óptimos para llevar a cabo actividades deportivas, ya que no se rompen como los anteojos. Asimismo, brindan una visión periférica idónea para los deportes. Asimismo, agrega que en ciertos casos mejora la visión si se comparan con las gafas, sobre todo cuando el menor sufre de miopía.

Por otra parte, la utilización de lentes de contacto es necesaria en los menores que tienen riesgo de sufrir ambliopía (ojo vago), así como también a quienes se les eliminó una catarata por alguna lesión u otros motivos médicos.

En contraste, la desventaja de los lentes de contacto en los niños y adolescentes se asocian principalmente a las infecciones y abrasiones en los globos oculares.

Una investigación publicada en la revista especializada “Pediatrics” indicó que más de 70 mil niños acuden a salas de urgencia todos los años debido a lesiones y complicaciones debido a lentes de contacto. Los principales motivos son la carencia de higiene e irresponsabilidad.

Además, otros estudios han demostrado que los menores alérgicos no son aptos para utilizar lentes de contacto, ya que las reacciones derivadas de este problema se pueden agravar en los ojos.

 

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