Más allá del diseño, la elección de los anteojos de sol es muy importante para prevenir daños por los rayos del sol. Para eso, se debe tener en cuenta una serie de medidas que van desde el color del cristal hasta el nivel de filtro que tienen para el correcto cuidado de los ojos.

En primer lugar, un cristal con gran oscuridad no brinda necesariamente la protección requerida. Lo fundamental es comprobar la calidad del filtro solar con que cuentan los anteojos de sol. Algunos de estos elementos pueden tener cristales transparentes, pero proporcionan el cuidado suficiente contra los dañinos rayos ultravioleta. Por ende, los expertos recomiendan elegir cristales de buena calidad que impidan su paso.

En ese sentido, se debe procurar cerciorarse de que lleven las letras “CE” y el nivel de protección, que oscila entre 0 y 4. En contextos donde el sol es normal, el nivel 3 es suficiente. No obstante, para ir a sitios como la montaña, se recomienda un nivel 4. No obstante, estos últimos no deben ser usados para conducir vehículos.

Existen dos tipos de cristales con filtro: los orgánicos, que son ligeros y resistentes a golpes; y los minerales, que se rayan poco, pero tienen más sensibilidad a posibles daños. Los dos pueden tener tratamientos, como el antirreflejo o el fotocromático, donde el cristal se oscurece automáticamente con la presencia de la luz.

Anteojos adquiridos en el comercio informal

Se debe tener especial cuidado con los anteojos de sol adquiridos en la calle u otros comercios no establecidos ya que, aunque cuenten con cristales oscuros y disminuyan la intensidad de la luz, no tienen protección contra los rayos ultravioleta.

El cuidado de los ojos de los niños

Los ojos de los menores son más propensos a sufrir daños por la luz que los de los adultos. Por ejemplo, la retina recibe el 90% de los rayos UVA (radiación solar menos nociva) y más del 50% de los UVB (rayos de onda media) antes del año de edad. Asimismo, antes de los 12 años, sufre los efectos del 60% de los UVA y el 25% de los UVB. Luego de los 25 años, la cantidad se reduce, siendo contenida por el cristalino.

Por este motivo, también es de suma importancia cuidar los ojos de los niños con los anteojos de sol correctos para que no sufran las consecuencias de los rayos nocivos del sol.

 

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