El estrés incide de diversas maneras en la salud, incluso en los ojos. Entre sus manifestaciones más habituales están el temblor e inflamación ocular y, en casos más severos, incluso puede producirse una pérdida súbita de la visión.

Cuando en el ojo ocurren lesiones de origen totalmente ocular, las consecuencias tienden a ser permanentes. No obstante, cuando se desencadenan por alguna patología neurológica o una crisis hipertensiva, los síntomas son temporales y aparecen de manera repentina.

Temblor de ojo

El temblor de ojo no corresponde a un movimiento de este mismo órgano, sino que este síntoma se le atribuye a un pequeño músculo accesorio que cumple con la función de elevar el párpado denominado como “músculo de Müller”. Éste tiene una prevalencia a la estimulación simpática, que es la que se activa en situaciones de estrés gracias a la liberación de adrenalina.

Este mal aqueja, por ejemplo, a jóvenes que están en periodo de exámenes o trabajadores con una gran carga en su jornada laboral. Consumir nicotina y cafeína excesivamente, más pocas horas de sueño, también podrían favorecer su aparición.

A pesar de la molestia, este temblor en el ojo no tiene ningún efecto en la vista. Al no existir un tratamiento oftalmológico determinado, se aconseja reducir la ingesta de cafeína y el consumo de cigarrillos, así como adoptar buenos hábitos de sueño y realizar técnicas de relajación.

Inflamación del ojo

La maculopatía serosa central es una enfermedad que genera una inflamación benigna de la mácula, que es la parte del centro de la retina. En esta zona se encuentran las células fotorreceptoras, los conos y los bastones, células encargadas de distinguir los colores y la capacidad de distinguir las facciones de una persona. También permiten actividades como la lectura.

Esta inflamación se diagnostica como una respuesta al estrés. Las personas que la sufren tienen, generalmente, entre 20 y 50 años de edad, presentando una visión borrosa. La pérdida repentina de la visión ocurre del 20 a 25% de los casos.

Pérdida repentina de la visión

La pérdida súbita de la vista, denominada amaurosis, también puede ocurrir en casos de estrés. Su origen es bastante diverso, pero se desarrolla en mayor parte en pacientes con personalidad histérica. Aunque es un síntoma transitorio y que no constituye xa0peligro, se recomienda acudir a la brevedad donde un especialista por si el mal no corresponde a un problema oftalmológico o neurológico.

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