Desde electrodos, cámaras en miniatura y prótesis fotovoltaicas, actualmente los científicos trabajan en algunos tipos de implantes que devuelven la esperanza de recuperar la vista a pacientes con diversas enfermedades que hasta ahora llevan a la ceguera irreversible.

Prótesis fotovoltaicas

Si las conclusiones de una investigación publicada en la revista “Nature Communications” se corroboran en humanos, posiblemente se podrá desarrollar un tratamiento para la retinitis pigmentaria y la degeneración macular asociada a la edad, dos de las causas fundamentales de ceguera en el mundo de occidente.

Si bien algunos tratamientos pueden frenar su progresión en ciertos casos, aún no se ha desarrollado una solución. Aquí radica la importancia de este avance.

El equipo investigador de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, consiguió respuestas visuales a la luz en un grupo de ratones ciegos que poseían prótesis fotovoltaicas implantadas. Los científicos explicaron que los animales tenían respuestas en la parte del cerebro donde se procesa la información ocular cuando estas prótesis sufrían estímulos lumínicos.

El ojo biónico

Por otra parte, diseñadores y científicos australianos de la Universidad de Monash mostraron un prototipo del primer ojo biónico. Este dispositivo, que consiste en un microchip instalado en el cerebro y una cámara digital con un sensor de movimiento puesto en un par de lentes, permitiría distinguir los contornos del espacio que lo rodea y xa0circular sin ninguna ayuda.

De tener resultados positivos, este avance serviría de ayuda al 85% de las personas consideradas legamente ciegas. Es decir, aquellos pacientes que pueden ver a 20 metros lo que alguien con una visión normal puede observar a 200 metros.

La señal que percibe la cámara se transmite de forma inalámbrica a un soporte puesto en la zona posterior de la cabeza, para pasar directamente al implante insertado en el cerebro. Este aparato está fabricado por electrodos microscópicos que pasan la información a la corteza visual.

Para empezar con los test clínicos, se esperan que el primer implante se lleve a cabo en 2014. De esta forma, se está cumpliendo la meta de desarrollar un ojo biónico planteado en la Cumbre 2020, llevada a cabo en Australia en 2008.

 

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