Aunque parezca increíble, la celulitis también puede afectar al ojo. La celulitis ocular consiste en una infección de los tejidos que rodean los ojos y, si no se recibe un tratamiento oportuno y de forma adecuada, podría tener consecuencias severas en la salud visual. Se genera frecuentemente por estafilococo o estreptococo.

En la mayor parte de los casos, la inflamación y enrojecimiento del párpado se piensa que se producen por la picadura de algún insecto o a un orzuelo. No obstante, estas manifestaciones también pueden ser causadas por la celulitis ocular, que afecta generalmente a los niños. Esta infección puede ser de dos tipos: periorbitaria u orbitaria.

El primer tipo de afección es habitual en niños menores de 6 años, ya que son muy sensibles a padecerla. Por su parte, el segundo aparece con más frecuencia entre los 6 y 12 años de edad. Aunque es un trastorno oftalmológico generalmente pediátrico, también puede darse en adultos, aunque con menores consecuencias que en los infantes.

Aunque la variante periorbitaria de esta enfermedad no incide en la estructura del ojo, continúa siendo un trastorno severo que necesita atención oftalmológica a la brevedad. Por su parte, la celulitis orbitaria compromete al globo ocular y las estructuras dentro de la cavidad ósea.

El gran problema de esta patología es que se transmite y desarrolla muy rápidamente, pudiendo convertirse en una infección bastante grave.

Síntomas de la celulitis ocular

Los siguientes son todos los síntomas que se pueden presentar al sufrir de celulitis ocular. No siempre aparecen todas las manifestaciones:

-Hinchazón y enrojecimiento del párpado.

-Molestias generales.

-Fiebre.

-Sensación de calor excesivo en la piel.

-Pérdida de la agudeza visual

Tratamiento contra la celulitis ocular

En la mayor parte de los casos, el menor debe ser hospitalizado, ya que es necesaria la administración de antibióticos por vía intravenosa. Es de suma importancia enfatizar que si aparecen los síntomas ya mencionados, se debe acudir inmediatamente a una revisión oftalmológica. Mientras más pronto comience el tratamiento para la enfermedad, mejor será la evolución del paciente y se disminuirán las probabilidades de complicaciones graves.

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