Varias pruebas sugerían que estos lentes también podrían servir para mejorar la percepción de los colores verdes y rojos por parte de los daltónicos. De esta forma Changizi creó los anteojos con «los filtros Oxy-Iso, que permiten exaltar exactamente las zonas en que los daltónicos de rojo y verde son deficientes».

Sólo los daltónicos saben los problemas que padecen por tener dificultad para distinguir los colores. El daltonismo puede afectar la valoración de la frescura de un alimento, la habilidad para conducir o elegir una profesión, entre otras cosas.

El neurobiólogo teórico estadounidense Mark Changizi diseñó este artilugio a partir de los lentes Oxy-Iso, creados por un Instituto de Investigación estadounidense que permiten detectar las contusiones difíciles de ver a simple vista.

«A pesar de que no diseñamos esta tecnología con los daltónicos en mente, no nos sorprendió que les sirviera», explica el experto en su blog. Sin embargo, no podrían usarlos para conducir, pues reducen la capacidad de percibir los colores amarillos y azules.

Mejora en calidad de vida

El neurocientífico Daniel Bor, que es daltónico y trabaja en el Centro para el Conocimiento Sackler de la Universidad de Sussex, Inglaterra, probó el invento. Bor explicó que lo que hace es que los colores rojos aparezcan muy vibrantes. «Mejora la calidad de vida», aseguró.

El especialista daltónico se sometió a una prueba de cartas Ishihara, utilizadas para diagnosticar esta condición. «Sin los anteojos tuve una puntuación de 0/8 (común en daltónicos), pero tuve 8/8 con ellos puestos».

No obstante, este invento tiene sus desventajas; también elimina los amarillos muy suaves. «El monitor del bebé de mi hija tiene algunas luces amarillas y no las podía ver«, agregó.

Otros avances

Un equipo de científicos estadounidenses aseguró que podrían estar más cerca de conseguir una cura para el daltonismo. A través de terapia genética, estos investigadores de la Universidad de Washington lograron restaurar la visión de todos los colores en monos adultos que nacieron sin la habilidad de distinguir entre el rojo y el verde.

Los expertos, que publicaron su estudio en la revista Nature, aseguran que el mismo tratamiento podría funcionar en humanos.

«Además, esta investigación también podría tener potencial en el tratamiento de otro tipo de desórdenes visuales, incluyendo la degeneración macular relacionada con la edad», dijo Jay Neitz, líder del equipo.

Fuente: LaNacion.Com

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