Científicos determinaron que la exposición a la luz durante el embarazo resulta clave para el normal desarrollo del ojo.

Un nuevo estudio publicado en la revista “Nature” concluye que la exposición a la luz durante el embarazo resulta clave para el normal desarrollo del ojo. Los científicos, liderados por expertos del Centro Médico Infantil del Hospital de Cincinnati y la Universidad de California (Estados Unidos), dicen que el hallazgo ofrece unaxa0nueva comprensión básica del desarrollo fetal del ojoxa0y las enfermedades oculares causadas por trastornos vasculares, en particular la llamada retinopatía del prematuro que puede provocar bebés prematuros ciegos.

“Hemos identificado una vía de luz de respuesta que controla el número de neuronas de la retina. Esto tienexa0efectos sobre el desarrollo de la vasculatura en el ojoxa0y es relevante porque varias enfermedades oculares importantes son las enfermedades vasculares”, resume.

Es importante que un número suficiente de fotones entren en el cuerpo de la madre en la gestación, en el estudio se evidenciaron las varias etapas del desarrollo ocular que ocurren después del nacimiento, pero que pueden darse normalmente gracias a la activación en la étapa de gestación de la “vía de respuesta a la luz”.

En caso de no haber sido expuesto lo suficiente a fotones provenientes de luz solar, todo el sistema empezará a presentar fallos, poniendo la visión de los niños en riesgo.xa0Estos fotones de la luz “activan una proteína llamada melanopsina directamente en el feto, no en la madre, para ayudar a iniciar el desarrollo normal de los vasos sanguíneos y las neuronas de la retina en el ojo”, explica el reporte.

Trastornos oculares

Cuando trastornos, como laxa0retinopatía, ocurren en bebés, los vasos sanguíneos de la retina crecen sin control y ejercen una presión interna durante el desarrollo del ojo,xa0lo que a largo plazo causa ceguera parcial o total.

Uno de los propósitos de la vía de respuesta a la luz es suprimir el número de vasos sanguíneos que se forman en la retina, que son críticos para las neuronas retinianas, que requieren grandes cantidades de oxígeno para formar y funcionar. Cuando la retinopatía del prematuro ocurre en los bebés,xa0los vasos retinianos crecen casi sin controlxa0y esta expansión contínua ejerce una presión intensa en el desarrollo del ojo y en casos extremos causa un daño grave y ceguera.

¿Cómo llegaron a estas conclusiones?

El equipo de investigación dirigido por Lang y Copenhague realizó varios experimentos en modelos de ratones de laboratorio que les permitió identificar los componentes específicos de la vía de respuesta a la luz y su función. Los roedores fueron criados en la oscuridad y en el comienzo del ciclo normal día-noche en el final de la gestación para observar los efectos comparativos sobre el desarrollo vascular del ojo.

“Varias etapas de desarrollo ocular del ratón (utilizado en el estudio) ocurren después del nacimiento”, explica David Copenhague, científico de los departamentos de Oftalmología y Fisiología de la Universidad de California. “Esto cambia fundamentalmente nuestra comprensión de cómo se desarrolla la retina”, dice el coautor del estudio, Richard Lang, investigador en la División de Oftalmología Pediátrica del Centro Médico Infantil del Hospital de Cincinnati.

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