Todas las personas tenemos problemas de la vista, aunque unas más acentuadas que otras, y con tal de ver mejor, o simplemente responder a las modas, es muy fácil que alguien opte por comprarse lentes pregraduados en un puesto callejero o una tienda departamental.

Este tipo de lentes se usan únicamente para poder leer la carta de un restaurante, leer unas páginas de una revista, firmar cheques o leer cualquier documento a una distancia aproximada de 30 o 35 centímetros.

Pero estos lentes que pueden creerse inofensivos, pueden generar un importante daño a la salud visual. El problema inicia cuando esos mismos lentes son ocupados para usar la computadora, para manejar o conducirse por la vida, y lejos de ayudar sólo harán que los ojos se cansen más rápido. Primero porque seguramente no es la graduación que necesitan, y porque sólo son para usarse brevemente, y el paciente ya los está usando por periodos prolongados.

Cuando una persona inicia con presbicia o vista cansada, que es a partir de los 40 años, debe acudir con un especialista, quien examinará la condición de su ojo y le recomendará la graduación más adecuada. Este proceso degenerativo aumentará paulatinamente hasta los 60 años de edad y posteriormente ya no habrá más cambios.

Para tomar en cuenta:

  • El uso de lentes de vista cansada automedicados, no provocan otras enfermedades al ojo, pero sí un mayor agotamiento y dificultad de lectura en el largo plazo.
  • El uso regular de los anteojos correctamente recetados, no evitarán que el problema de la vista avance más rápido o se detenga.
  • Si desde pequeños hay problemas de visión es muy importante corregirlos oportunamente para evitar mayores problemas futuros.

El mejor factor para detectar la vista cansada, es que la persona sienta que no hay suficiente luz, y le resulte sumamente complicado intentar leer algo en penumbra.

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