El número de personas que utilizan lentes de contacto va en aumento, pero el mal uso y la falta de higiene; así como la ausencia de orientación sobre estos elementos ha ocasionado que también incremente el número de consultas por infecciones y otras complicaciones en los ojos.

Este tipo de lentes son una opción que permiten al paciente con alguna complicación de la vista, gozar de mejor visión periférica y percepción de profundidad, además de que algunas personas optan por los lentes de contacto al considerarlos más estéticos.

El uso de este tipo de lentes debe incluir cuidados preventivos para evitar cuadros complicados por glaucoma, cataratas y endoftalmitis, con secuelas graves e irreversibles.
Los cuidados necesarios:
Solicitar a su especialista indicaciones sobre cómo cuidarlos, de manera que los proteja y optimice su desempeño, al tiempo que salvaguarda la salud de sus ojos.

Además es necesario tomar en cuenta que requieren de hábitos de higiene, como el lavado de manos antes y después de colocarlos; así como seguir las recomendaciones del médico sobre los productos adecuados para limpiarlos y humedecerlos.

Todos los lentes de contacto de uso frecuente deben ser esterilizados y desinfectados; además de no ser recomendable nadar o dormir con ellos.

Al no seguir adecuadamente las indicaciones del médico y los hábitos de higiene, se aumenta el riesgo de sufrir complicaciones, como las úlceras de córnea provocadas por una infección, que puede provocar pérdida de la visión.

Si la persona padece de alergias, realiza actividades peligrosas en el trabajo, sufre de diabetes, ojos secos o infecciones persistentes de los ojos, probablemente este tipo de lentes no sean apropiados. Sin embargo, pueden solicitar orientación a su oftalmólogo.

Ante síntomas como lagrimeo excesivo, cambios en la visión o enrojecimiento del ojo, deben quitarse los lentes de inmediato, y si los síntomas no desaparecen, debe acudir con su especialista para poder tener un diagnóstico oportuno y evitar complicaciones.

Fuente: yucatan.com